El trabajo de los niños está en jugar. El juego permite que muchas cosas que viven, las expresen a través del juego. Es así como se lleva a cabo su principal aprendizaje. Los niños viven/observan la experiencia, la evocan/replican a través del juego, asentando así el conocimiento, y lo terminan haciendo suyo. Además, el juego les permite estimular la imaginación creativa, aprender conceptos nuevos (diferencia entre grueso-delgado, cualidades de los objetos, etc.).
“Cuanto más dure la fantasía, más fortalecemos la empatía con el mundo”.
“Si a un niño no se le permite penetrar lo imaginario, no podrá penetrar la realidad” Paul Austin
Visita nuestro Blog en donde encontrarás más información sobre este tema: El principal trabajo de los niños en la primera infancia «El juego Libre»
Respetar los ritmos es fundamental. El pretender adelantar a los peques para la adquisición de aprendizajes puede ser incluso contraproducente. Por ejemplo, el intentar que el niño camine sin antes haber gateado puede ocasionar a futuro problemas. Así, por ejemplo, el no gatear nos puede conllevar a una escasa fortaleza en los músculos de la espalda y cuello que a futuro puede ocasionar problemas relacionados a la atención y concentración.
Así, es fundamental respetar que cada niño es un ser único y diferente, y por ende su ritmo de aprendizaje también es particular.
“Respetándolo estaremos cuidando su infancia”.
El ser humano por naturaleza es un ser adaptativo y cualquier cambio requiere un periodo de adaptación. El tiempo de adaptación depende de muchos factores, tanto las internas del niño como las externas (del entorno). Hay niños que por naturaleza se adaptan más rápido a los cambios, y otros que pueden tardar un poco más. Eso ya no solo depende del tipo de escuela al que haya asistido sino también de la naturaleza del propio niño. Es decir, tanto como si van de una escuela Waldorf a una tradicional, como si cambian a otra escuela del mismo estilo pero en otro barrio, necesitará el niño un periodo para adaptarse tanto a los nuevos profesores como a los nuevos compañeros. Cabe resaltar, que según los registros de las escuelas, la adaptación de ex alumnos Waldorf a otras instituciones ha sido buena.
Lo que intentamos en nuestra escuela es cuidar la infancia. Es así que, optamos por mientras más tarde mejor.
¿Por qué la necesidad de que el niño cuanto antes tenga que enfrentarse a adversidades que para su edad no las necesita?
Que mejor que cuidar con mucho cariño y amor el proceso de aprendizaje del niño, respetando su ritmo evolutivo, sus tiempos. Mientras más tiempo de cuidado tenga nuestro niño en su infancia (y mejor si es hasta la máxima edad posible) más se estará fortaleciendo interiormente (empatía, constancia, creatividad, etc.) Es así que, mientras más tarde es mejor porque más capacitado y fortalecido estará.
La preparación a la lectoescritura en nuestra escuela dista mucho del proceso tradicional, que consiste en dar fichas para ir haciendo movimientos en un papel, con el fin de aprender luego las vocales y consonantes. En nuestro caso, los niños a través del juego y de actividades manuales van fortaleciendo y potenciando sus habilidades que luego les permitirán un aprendizaje de la lectoescritura lleno de ganas, entusiasmo, concentración, voluntad y por su puesto mucha habilidad para adquirirlo en pocas semanas.
Qué mejor que un niño llegue a primaria con ganas y entusiasmo por aprender, por querer saber más y no lo contrario, que muchas veces surge en el método tradicional (niños cansados y sin ganas de aprender).
La comida en Munay es preparada en la misma escuela, con mucho amor y mimo. Los ingredientes que priman en la elaboración son hortalizas, tubérculos, legumbres y cereales, todo de procedencia ecológica y de cercanía. Nuestra dieta en Munay está asesorada por el cocinero profesional Arturo Cervantes.