La educación es un integrador social, que permite crear o construir los cimientos para una sociedad más respetuosa, comprensiva y empática, entre otras cosas.
Así, la educación inclusiva, constituye un enfoque educativo basado en la valoración de la diversidad, como elemento enriquecedor del proceso de aprendizaje y, en consecuencia, favorecedor del desarrollo humano. En una escuela inclusiva, todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades, y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales (Parra, 2011).
En Munay, considerando que cada niño y niña tiene su propio ritmo de aprendizaje y que la adquisición o desarrollo de cada nueva capacidad o conocimiento varía de un niño(a) a otro, nosotras nos adaptamos al ritmo de aprendizaje de cada niño. En ese sentido, partimos de un modelo flexible de aprendizaje para cualquier niño o niña, que permita una educación adaptada a todos: “aprendizaje activo y vivencial”.
Resulta importante un equipo multidisciplinar para una educación inclusiva, que sea capaz de aportar distintas miradas a la educación y que acompañe el proceso de aprendizaje de cada niño o niña según sus necesidades. En nuestro caso,maestra y psicóloga, no por horas ni por días sino con un acompañamiento permanente.
¡Padres, no estáis solos! En Munay, ofrecemos un acompañamiento en la crianza de vuestros hijos(as), con una comunicación fluida que permite resolver dudas, comentar dificultades, preguntar sugerencias, entre otras cosas.
¡Padres, no estáis solos! En Munay, ofrecemos un acompañamiento en la crianza de vuestros hijos(as), Cabe resaltar que, una educación inclusiva permite en los niños y niñas crear, generar o cambiar actitudes frente a las diferencias, que serán los cimientos para el desarrollo de una sociedad más justa y no discriminadora. La inclusión nos permite aprender a vivir con las diferencias y además, a aprender de las diferencias (Parra, 2011).
Redacción: Claustro de maestros Escuela Waldorf Munay.