En Munay utilizamos estos y muchos más principios derivados de la pedagogía Waldorf porque hemos visto sus beneficios: niños felices (y por ende, familias), autónomos y con capacidad para desplegar sus talentos y capacidades. Nos deslumbran con sus palabras, pensamientos y su asombrosa forma de entender el mundo.
Os presentamos algunos de ellos, esperando que podáis ponerlos en práctica en vuestro hogar.
1. Crear ritmos (diarios, semanales, mensuales, anuales)
El ritmo diario aporta seguridad en los niños, al poder anticipar lo que sigue. El ritmo, es la mejor amiga del aprendizaje y un gran antídoto contra las rabietas, le otorga al niño tranquilidad, seguridad, sabe lo que va a ocurrir, hay momentos de expansión (movimiento) y momento de concentración (calma) esto es importante para el niño, además de crear el ambiente idóneo para entrar en un momento de calma. Por ejemplo el momento del sueño, dar un baño con lavanda, bajar luces o encender una velita, hacer masajes con una crema acompañado de canciones, leer un cuento, apagar velita o luz bajita, cantar algunas nanas y a dormir. Si repetimos esto todos los días el niño lo va haciendo suyo e interiorizando, otorgándole un sueño reparador.
2. Imitación
El adulto debe ser digno de ser imitado. Debe trasmitir valores, responsabilidad y sensibilidad ante todo cuanto lo rodea. Los niños nos observan mucho más de lo que imaginamos. Si le gritas “no grites”, si le dices “ordena” cuando tú mismo no lo has hecho, recibirán un mensaje contradictorio. ¡Seamos su ejemplo a imitar!
3. Juguetes no estructurados
¿A que alguna vez compraste un juguete chulísimo a tu peque y se quedó jugando con la caja? Y es que tal vez la caja le ofrece más libertad creativa que lo que venía dentro: puede ser un casco, un camión, una casa de muñecas… La idea es proponerle jugar con piedras, troncos, piñas, ramas o cualquier elemento, preferentemente natural, que permita dar rienda suelta a la imaginación. Un palo de madera puede ser un instrumento de música, una rueda o un edificio.
4. Alimentación y sueño saludable
La buena alimentación y el descanso son dos de los pilares básicos para nuestra salud. Tanto el tener una dieta balanceada como completar las horas de sueño necesarias, nos permitirá sentirnos revitalizados y con energía en el día.
5. Autocuidado
Es fundamental cuidarnos para poder cuidar a otros, de forma inversa no es posible. Si no estamos bien, no podemos pretender trasmitir bienestar a los demás o pretender estar bien con nuestros peques. Es importante mimarnos y empezar a valorar y disfrutar de esos pequeños momentos para nosotros/as.
6. Alternar momentos de expansión y concentración
Una crianza saludable necesita de momentos de concentración y expansión. Así, podemos alternar por ejemplo los puntos 7 y 8 siguientes de este artículo. Es decir, momentos de concentración y trabajo con momentos de juego y diversión.
7. Ayudar en casa
Es fundamental involucrarlos desde pequeños en las actividades diarias de casa como recoger los platos, seleccionar la ropa de la colada, limpiar con un trapo los muebles, etc. (siempre considerando el momento evolutivo del niño). Esto nos ayuda a sembrar hábitos.
8. Salidas al parque
Conectar diariamente con la naturaleza y con nuestro entorno es fundamental para los niños. Que vuelvan sucios y jadeantes ¡es señal de que funcionó!
9. Fiestas estacionales y culturales
Las celebraciones de las fiestas estacionales ayudan a los niños a entender el curso del año, es maravilloso ver cómo el cambio de estación se visualiza muchísimo en la naturaleza, en el clima. Estas junto a las fiestas culturales, le ayudan al niño a situarse en el entorno en el que ha nacido y en el que crece día a día. En casa podéis armar una mesa de estación, o rincón para que podáis traer dentro la vivencia de los cambios del exterior (cambio en la naturaleza, paso del año, cambio de estaciones). Por ejemplo, al comienzo del otoño se pueden recolectar hojas, y colocarlas en este rincón, etc.
10. Evitar el uso de la tecnología
La televisión, tablets y ordenadores en edades tempranas dificulta la capacidad de imaginación (FransCarlgren). Estos elementos fomentan la pasividad. Ya no se trata de “unos minutos/horas al día”, sino de eliminarlos completamente en la primera infancia. No los necesitan. Lo que necesitan es correr, sudar, explorar, trepar, tocar, oler… ¿Una Tablet le brinda algo de todo esto? Reemplacemos los juegos del móvil por excursiones al parque, pintura, invención de instrumentos musicales, etc.
¡A ponerlos en práctica! Cuando veáis los beneficios en vuestro peque y en toda la familia, será un hábito agradable para todos.
Redacción: Claustro de maestros Escuela Waldorf Munay